Platicando con Israel (El Patrón).
-Te acuerdas cabrón, un día que me dijiste: Güey acompáñame al Seguro Social es que ayer, no fui a trabajar y necesito comprobar esa pinche falta si no me van a chingar, y me van a castigar.
-Simón si me acuerdo, ¿por que güey?-
-Na´ mas me acorde de lo que nos paso en el hospital-
-Ah! Chinga… ¿que nos paso güey?
-A nosotros nada, ¡pendejo! ; lo de la familia que andaba pidiendo varo por el pasillo-
-A si güey, ya me acorde. Que culero ese pedo no güey, esa banda solo vino a divertirse y se fue de luto, que mal pedo güey.-
-¿Si te acuerdas que ese día hasta nos fuimos caminando por que no teníamos ni pal camión?-
-Si cabrón,-
-Por cierto pinche Empanada, ese día te la rifaste güey. Y eso según tú no tenías lana, le entraste con 50 varos, y me seguiste para realizar una pequeña oración, para la difunta del chavo, y ni en Dios crees, y luego ibas bien agüitado por el pedo ese, y eres una mierda. ¿Qué te pasó cabrón?-
-La neta no se güey ese día me llego todo el pedo ese-
-Que chido loco, yo se que no eres tan mierda como te ves-
-¡Puta madre! ¿Ya no? Dame dos para llevar entonces…-
-Mmm pinche mamón, yo diciéndote que te has vuelto poca madre, y te pones con tus pendejadas. Llégale entonces-
Pinches pendejos que a veces nos queremos poner de jóvenes; reconocer nuestras cosas samaritanas (no se por que chingaos se diga así) es también signo de bondad y nobleza.
Su valedor el icarus
11 sept 2008
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